Los mitos en torno a la concepción es una de las cosas más fascinantes que existen. Durante miles de años, la maternidad ha escondido cientos de secretos. Para los seres humanos, -y para los hombres sobre todo- aquello de concebir hijos era poco menos que un acto de magia, y teniendo en cuenta que el desconocimiento crea dudas y las dudas inventan historias, los mitos estaban servidos. Y aunque ya se sabe, que el hecho de que un cuento se repita durante años, no lo convierte en cierto, sí consigue que se quede dentro de nuestro subconsciente y lo entendamos como natural.
Sobre qué podemos hacer y qué no para quedarnos embarazadas una vez hayamos mantenido relaciones sexuales, no hay nada comprobado, aunque son muchos los mitos en torno a la concepción que se han encargado de dar veracidad a trucos muy dispares. Pero no os dejéis engañar, no existe ningún decálogo de cosas que debamos hacer postcoito para asegurarnos la concepción, sin embargo, el sentido común -y algunos ginecólogos- recomiendan ciertos truquillos que ayudan a los espermatozoides a hacer su trabajo y ni siquiera estos te aseguran nada, aunque quizá no te cueste realizarlos.
Si queremos saber cuales son las mejores posturas para quedarnos embarazadas, la respuesta es sencilla: aquellas que nos den más placer. Si bien, hay expertos que aseguran que unas son más beneficiosas que otras, lo cierto es que, la madre naturaleza ha dotado a los espermatozoides de un aparato locomotor propio que permite su ascenso por la cavidad uterina independientemente de la fuerza de la gravedad. Sin embargo, lo que sí puede que les ayude a alcanzar su objetivo, son las convulsiones y fuerza del orgasmo femenino, aunque este tampoco asegura la concepción. En cualquier caso, a la hora de practicar sexo, mejor dejarse llevar por el placer que andar haciendo cálculos gravitacionales, ¿no creéis?
Lo que sí parece recomendable, aunque no certero -en esta ocasión unos investigadores en Amsterdam se tomaron la molestia de estudiarlo en 2009- es que si después del coito, la mujer permanece un rato tumbada tiene un 50% más de probabilidades de quedarse embarazada que aquellas que justo después de terminar se levantan y se van. No hay mucho consenso en cuanto al tiempo que una debe quedarse en posición horizontal; hay quien apuesta por un par de minutos, y otros más concienzudos que recomiendan no menos de media hora. Asimismo, hay ginecólogos que recomiendan ponerse un cojín bajo la pelvis o que coloques las piernas en la pared… en cualquier caso, es importante saber, que los espermatozoides no entran en la vagina como si aquello fuera un tobogán; sólo los que se encuentran en el cuello del útero tendrán posibilidades de alcanzar el óvulo. Por lo tanto, no te molestes en hacer el pino después de hacer el amor, con un rato tumbada tranquilamente es más que suficiente.
Por el contrario, lo que no debes hacer nada más terminar vuestras relaciones sexuales es salir corriendo a darte una ducha vaginal, si lo haces, no solo corren el riesgo de morir todos los espermatozoides, sino también puedes poner en peligro de desequilibrio la flora vaginal, lo que favorece que crezcan y se desarrollen ciertos microorganismos infecciosos. Una ducha normal no conlleva ningún problema, como tampoco continuar con tu rutina: hacer deporte, bailar, e incluso dar saltos -si es que te gusta dar saltos- no le complica la vida a los espermatozoides, ellos ya libran su propia guerra con las dificultades de nuestro aparato reproductor, lo que pase fuera, ni les va ni les viene.
Muy buen articulo ..me encanta leer sobre lo q escries gracias